Con el domingo, 8 de junio, llego el momento de la venta del producto que con tanto trabajo se extrajo, nunca mejor dicho, de la tierra. La jornada comenzó a las 8’30 de la mañana con el arreglo del borriquillo y la preparación de la carga de cal, dispuesta para la venta.
Para ser por sorpresa, la gente salía de sus casas a la voz del calero, preguntándose que es lo que pasaba. Algunas personas tras esbozar un sonrisa por los recuerdos que les traía al presente se decidieron a la compra. Surgieron espontáneos compradores que al oír hablar en pesetas se extrañaron aún más.
En definitiva, fue una jornada festiva y emotiva. El desarrollo de la venta por las calles fue seguido por las cadenas de televisión autonómica CLM y por la cadena estatal TVE-1.
Quede todo este material como homenaje a los caleros en la era de la tecnología que, en gran medida, causo la extinción de este duro y añorado oficio de CALERO